Después de un año de pandemia, y ante el avance de la campaña de vacunación, las posibilidades de viajar son reales y seguras. Como siempre, nuestro vehículo ha de estar en las mejores condiciones.
Realizar reservas, planificar la estancia, hacer los preparativos necesarios para pasar unas cómodas vacaciones… mucha es la tarea que implica afrontar las vacaciones. Si vamos a conducir hasta nuestro destino, lo primero que debemos plantear es que el coche o vehículo que vayamos a utilizar -autocaravana, furgoneta, turismo…- esté a punto. ¡Nos quedan kilómetros por delante!
Estas son algunas de las cosas que debemos tener en cuenta antes de arrancar. Por supuesto, siendo clientes de ADA, nuestra compañía de asistencia en carretera, contaremos con el Centro ADA más cercano a nuestra residencia para hacer un mantenimiento completo, en el que ciertos puntos son fundamentales.
Elige calidad, elige confianza es una iniciativa que reúne a un grupo de fabricantes de componentes y pretende concienciar a los talleres multimarca y usuarios de que las marcas de primer nivel son las que ofrecen la máxima calidad.
En su decálogo de consejos, recomendables antes de emprender un viaje, más o menos largo, en coche, están:
- Cambiar las lámparas por pares. Para que el flujo de las luces no sea desigual, lo adecuado es cambiarlas al mismo tiempo, ahorrándonos así una visita doble al taller (tarde o temprano, si una se funde, la otra lo hará próximamente).
- Par de apriete. Según las recomendaciones del fabricante, todas las tuercas y tornillos deben ir apretados: es lo que se denomina par de apriete. Sin excesivo ajuste, ni insuficiente ajuste. En el término medio está la virtud, ya se sabe.
- Filtro de aceite. La filtración del aceite es vital para que el motor funcione correctamente. Respetemos los periodos de sustitución, cambiemos aceite y filtro a la vez.
- ¿Y las pastillas de freno? Es necesario controlar el desgaste de discos y pastillas de freno cada 20.000 kilómetros, si bien el periodo dependerá del tipo de vehículo y de nuestra manera de conducir. En ciudad, normalmente, las pastillas se desgastan más que en carretera, dado que la congestión del tráfico hace que usemos más el freno.
- Kit de distribución. Funciona de manera armónica, y abarca la correa, los rodillos, las poleas, los tensores y la bomba de agua. Al estar interrelacionadas las piezas, debemos cambiarlas todas. El objetivo, evitar un mal (avería) de mayor envergadura.
- Sistema de suspensión. Su mantenimiento -amortiguadores y muelles- tiene que ser el adecuado, dado que permite controlar el vehículo, afecta a la frenada, permite pasar por baches, esquivar de manera repentina…
- Radar. Componente que permite funcionar los Sistemas de Asistencia al Conductor (ADAS), cada vez más presentes en las nuevas generaciones de vehículos. Debe calibrarse al sustituirlo o montarlo después de un accidente. El taller tendrá que disponer del equipo de diagnosis y calibración adecuado.
- Caja de cambios. En este caso, se trata de un elemento fundamental para que las velocidades entren bien. Revisémosla por si algo va mal.
- Bujías. Grandes aliadas para la protección del motor y el catalizador, son las responsables de la combustión de la mezcla de combustible y aire (una combustión económica, limpia y eficaz).
- Batería. Dependiendo del vehículo, deberán ser de un tipo u otro: en cuanto a tamaño, polaridad, tipo de borne. Las necesidades de desplazamientos, largos o cortos, definirán qué clase de batería se necesita.

La filtración del aceite es vital para que el motor funcione correctamente.

Es necesario controlar el desgaste de discos y pastillas de freno cada 20.000 kilómetros.