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Cómo conducir con viento

El viento se manifiesta en las mangas de señalización, pero también gracias al movimiento de la vegetación circundante a la vía por la que conducimos. Se puede conducir con viento fuerte: eso sí, con sumo cuidado.

 

 

 

Las señales del viento o las nubes de polvo, en determinados tramos de las autovías y autopistas, nos avisan de la fuerza del dios Eolo, que en la mitología griega es conocido como hijo de Poseidón y Señor de los Vientos. En meteorología nos dicen que son vitales para equilibrio del clima, puesto que mantienen los polos menos fríos, y el Ecuador menos cálido. Nuestro país no es uno de los sitios más ventosos del mundo, si bien también ha contribuido en alguna ocasión a algún que otro récord. Fue el caso de Izaña, en Tenerife, donde se alcanzaron 248 km/h en noviembre de 2005.

Existe un viento súbito y borrascoso que afecta a nuestra costa septentrional -conocido como galerna-, concretamente a la cornisa cantábrica y Galicia; en este sentido, tanto el aeródromo asturiano como el de Bilbao han alcanzado vientos de 150 km/h, casi (¡como para volver locos a los pilotos!). El cierzo zaragozano, el tramontano catalán o, yéndonos hacia el sur, en dirección a la Tarifa surfera donde el Levante sopla fuerte a menudo, serían ejemplos de vientos intensos que, circulando por carretera, deben ser considerados con no poco respeto.

Se puede conducir con viento y sin problemas, pero siguiendo estas recomendaciones que la DGT explica muy bien en este vídeo:



 

  • Lo primero es disminuir la velocidad, reduciendo a una marcha inferior. Correr menos, vamos, aunque haya que mantener suficiente potencia para “enfrentarse”, por así decir, al viento. Observar atentamente qué dirección lleva, además de su intensidad.
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  • Es imprescindible agarrar con ambas manos y de manera firme, pero suave, el volante. No adelantar en estas circunstancias es lo más razonable. Y cuidarse mucho en las áreas resguardadas del viento, para no toparnos por sorpresa con este (al salir de un túnel, por ejemplo).
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  • La distancia de seguridad que, por lo general, hemos de mantener sí o sí, es igualmente básica para conducir contra el viento. Solo que, en este caso, hemos de aumentar la distancia lateral con otros vehículos (¡en especial los pesados!).
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  • Es conveniente, aunque esto tiene más que ver con el mantenimiento del vehículo, que la presión de los neumáticos sea la correcta.

 

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