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Historia de los límites de velocidad

La velocidad mata. Desde que el automóvil apenas era patrimonio de unos pocos había consciencia de ello. Por eso, a lo largo de décadas, se han establecido normas con el fin de poner límites en las carreteras.

En “Breve historia de la Belle Époque” (2917), Ainhoa Campos Posada habla de cómo el coche, aquella “nueva conquista del ser humano” pronto mostró su reverso oscuro con la llegada de los accidentes de tráfico, “que de verdad convencieron a muchos de que los coches eran verdaderamente peligrosos”. Campos Posada se refiere al período que va de 1871, con la Segunda Revolución Industrial en ciernes... al estallido de la Gran Guerra de 1914. De hecho, las primeras limitaciones de velocidad se dieron en países como Inglaterra (1865), si bien a principios del siglo XX se produjo cierta relajación en este asunto.
 

Más que límite en velocidad en camino rural, lo que se hacía en algunas zonas de Alemania era, por ejemplo, impedir que los vehículos motorizados entrasen en las ciudades. Se temían accidentes, pero también asustar a niños, niñas y caballos. En 1903, los coches ingleses podían alcanzar los 32 kilómetros por hora, mientras que en Italia y Francia no existía límite alguno.
 

Por otra parte, las primeras recomendaciones de Seguridad Vial asomaban ya en Estados Unidos, donde se aconsejaba circular lejos de los peatones y por supuesto no darse a la fuga si se golpeaba a alguien. Fue un país pionero en vincular la velocidad con los accidentes letales, en los años setenta del siglo XX.
 

¿Cuál es el límite de velocidad actualmente en España?

Habría que distinguir, después de la última modificación del Reglamento General de Circulación en 2019, entre autopistas y autovías (120 km/h) y carreteras convencionales, donde el máximo en este momento es de 90 km/h, precisamente para atajar la alta siniestralidad en estas últimas: un 75 % de los accidentes mortales suceden en carreteras secundarias y convencionales.
 

Estas limitaciones son para coches y motos. Autobuses, camiones, furgonetas, automóviles con remolque, transporte escolar o vehículos que portan mercancías peligrosas, entre otros vehículos, están todavía más limitados a la hora de correr.

 

    El primer Código de Circulación español donde se establecieron las velocidades máximas.

  • En cuanto a la evolución del límite de velocidad en España, habría que remontarse a 1934, durante la Segunda República. Fue en el primer Código de Circulación español donde se establecieron las velocidades máximas a las que podían circular los vehículos de carga: iban de los 80 km/h para vehículos cuyo peso fuese de 3.501 kilogramos, a los 40 km/h para los que pesasen de 8.001 kilogramos en adelante. Los automóviles privados no contaban, dado que eran aún muy escasos.
  • A mediados, casi, de los setenta, el turismo se había convertido en una realidad más accesible para la ciudadanía; de ahí que el límite de velocidad se aplicase a todos los vehículos. Fue en 1974, durante la dictadura franquista, cuando se impusieron restricciones a la velocidad relacionadas directamente con la crisis del petróleo (1973). El objetivo era ahorrar el combustible, dejando el límite en los 130 km/h para las autopistas.
  • Arias Navarro, apenas un par de años después, decidió limitar la velocidad bastante más. Correr por la autopista a más de 100 km/h estaba prohibido en 1976.
  • Finalmente, en 1979, con el advenimiento de la democracia, se aprueba una legislación que pone el límite máximo en la autopistas en 120 km/h, mientras que en autovías se queda en 100 km/h.
  • Autopistas y autovías igualan los límites de velocidad -en 120 km/h- a partir de 1992, mientras que las vías urbanas y travesías pasan de los 60 km/h a los 50 km/h.
  • La era Rodríguez Zapatero trajo una restricción de velocidad un tanto polémica, al dejar en 110 km/h los límites en autopistas y autovías. Resultó ser una medida muy breve, teniendo en cuenta que a los cuatro meses se rectificó para volver a la norma anterior (120 km/h). Sucedió en 2011, año en el que fallecieron 1.484 personas en accidentes de tráfico (los accidentes eran una de las motivaciones de la fugaz reforma).
  • Autopistas y autovías igualan los límites de velocidad -en 120 km/h- a partir de 1992.

  • En mayo de 2014 entró en vigor Ley de Tráfico y Seguridad Vial, que, con Jorge Fernández Díaz como ministro, preveía un aumento de la velocidad en 130 km/h para determinados tramos de autopistas y autovías y en función de las circunstancias meteorológicas. Aquel aumento de la velocidad permitida fue aparcado. Se debía modificar el Reglamento de Circulación, pero no lo hicieron.
  • Así, se mantuvieron los límites de velocidad hasta hoy, salvo por la modificación mencionada más arriba para las carreteras convencionales sin separación física entre los sentidos, que está ahora en 90 km/h para turismos y motocicletas. Eso sí, se puede superar en 20 km/h el límite genérico de 90 km/h en adelantamientos.

Fuentes de las imágenes:
- Iberlibro
- El Periódico

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