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Historia del sidecar

Fuera invento francés o inglés, este curioso vehículo de tres ruedas ha llegado a estar asociado, en el imaginario popular, con el relato de la II Guerra Mundial. Lo cierto es que hasta finales de los cincuenta, los sidecares fueron muy populares.

 

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“Asiento lateral adosado a una motocicleta y apoyado en una rueda”, es la definición que nuestro DRAE arroja del sidecar para motos. ¿Qué es una motocicleta con sidecar? Un vehículo de tres ruedas -con un compartimento acoplado a la moticicleta- que, si bien vivió sus mejores tiempos en la década de los años cincuenta del siglo XX, tiene un origen decimonónico. Un vehículo que es mucho más que un remolque, si bien en un primer momento se planteó como tal.
 

Es una delicia contemplar esta cronología del museo dedicado al sidecar de Constantino Frontalini, localizado en Cingoli (Italia): en ella pueden verse protosidecares sin motor de 1817, así como modelos de Peugeot y Triumph de 1904 y 1910, ya motorizados… y ejemplares más avanzados y sofisticados fabricados entre 1956 y 1959.
 

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La invención del sidecar está en disputa. El francés Jean Bertoux solicitó al parecer la patente hacia 1892, mientras que los ingleses dicen que salió de los talleres de la firma inglesa Oakleigh Motor Company, que se apropiaría el invento en 1900. Otras fuentes, sin embargo, hablan del primer sidecar fabricado por Mills & Fulford, que utilizó la motocicleta Humber para el ejemplar primigenio de 1903.
 

La evolución del sidecar como transporte de pasajero fue enorme. Éste pasó de sentarse en un sillón de mimbre y madera sin apenas protección a viajar en un habitáculo de chapa, más flexible. Sería a partir de los años veinte; una década más tarde, el vehículo ganaría en aerodinamismo, suspensión, diseño y por supuesto comodidad.
 

El mecánico, corredor de motocicletas y periodista Willy Hierro Allen cuenta que fue en los sesenta cuando el sidecar para motos cedió ante el empuje de los vehículos pequeños. De hecho, a partir de cierto momento adquirió el marchamo de “vehículo para pobres”, incluso.
 

¿Fabricantes de sidecar en España?

Coleccionistas y amantes de las reliquias motorizadas son el principal público interesado en poder comprar un sidecar. En páginas como esta se puede adquirir un sidecar de segunda mano, con precios que van de los 21.500 euros de una Harley Davidson de 1942 a los 7.500 de un modelo Ural, compañía que fabrica motos con sidecar desde 1940.
 

Actualmente, los “sidecares” más comunes son los no motorizados que utilizan los y las ciclistas para llevar a sus peques. Eso sí, de vez en cuando, en concentraciones moteras sobre todo, se divisan en su versión motocicleta de siempre, como el vehículo vintage por excelencia que son.
 

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