El titular lo dice todo, de ahí que desde la DGT se estén tomando cartas en el asunto. Por un lado, concienciar al conductor es importantísimo. Fortalecer las señales de advertencia, también.
Retomamos un tema del que es necesario ser más conscientes, a juzgar por lo que recientemente publicaba la revista de la Dirección General de Tráfico (DGT). Y es que la estadística del último trimestre del año dice que la siniestralidad que implica animales invadiendo la carretera crece. Según el Observatorio Nacional de Seguridad Vial, citado por Silvia Fernández para la publicación, un 31 % de los accidentes de este tipo producidos en 2022 (un total de 35.661) ocurrieron durante estos meses. Si los siniestros con animales implicados crecen desde hace una década hasta duplicarse… está claro que tenemos un problema.
Ese mismo año, el balance personal fue de 2 personas fallecidas y 35 hospitalizadas. Pero la media diaria en España -a excepción de Cataluña y País Vasco-, como recoge el informe del Observatorio, es de casi un centenar de accidentes al día; un 40 % de los accidentes los protagonizaron jabalíes, un 35 % corzos, y un 5 %, ciervos. El año más mortífero, según la evolución de este tipo de siniestralidad, fue 2016, con 10 siniestros mortales y 11 fallecidos.
Todo ello pese a los vallados perimetrales físicos, los silbatos con sonidos de baja frecuencia para ahuyentar a la fauna, las señalizaciones verticales (como la P-24, que se está reforzando con luces en una versión avanzada), los repelentes en los arcenes, los pasos de fauna elevados o la propia limpieza y desbroce de la vía.
Extremando la precaución en zonas con animales
Es importante saber qué hacer en caso de accidente con animales, pero todavía lo es más evitarlos, simple y llanamente. Las señales están ahí -la triangular de peligro “animales en libertad”-, para recordarnos que debemos respetar la velocidad indicada, y extremar el cuidado sin perder de vista cunetas y medianas por donde puedan aparecer, de manera súbita, determinados ejemplares.
¿Es responsabilidad nuestra? Por supuesto. Los animales salvajes conviven con nosotros, pero es nuestra especie la que conduce vehículos motorizados, de modo que impedir este tipo de accidentes, sí, es cosa nuestra. Que los conductores seamos conscientes y prudentes será siempre el mejor mecanismo de prevención.
También es una cuestión pública. La Dirección General de Carreteras estaría probando ya tecnologías con balizas (ultrasonidos y luces led intermitentes) para enviar mensajes de advertencia, en caso de encontrarnos en coche cerca de animales libres. Identificar los tramos de elevada accidentalidad con animales resultaría igualmente útil para adoptar medidas efectivas.