ADA MÁS QUE ASISTENCIA

 
¿NECESITAS AYUDA?  
LLÁMANOS 915 193 300

Conducir después de un ictus

Los accidentes cerebrovasculares afectan cada año a entre 110.000 y 120.000 personas en nuestro país. La edad media de quienes sufren un ictus fue de 71 años en 2017. ¿Es posible volver a conducir?

 

 

 

Lamentablemente, la palabra ictus se ha convertido en un vocablo común entre infinidad de familias. Si bien dedicamos un artículo a los miedos y peligros que implicaba el volver a conducir... en esta ocasión nos centraremos con particularidad en los requisitos para conducir tras un ictus. El hecho de que sea la primera causa de discapacidad adquirida por una persona adulta, según la Sociedad Española de Neurología (SEN), hace que la isquemia o falta de riego sanguíneo en el cerebro (u otros órganos) sea un mal que afecta a cada vez más gente, y en su cotidianidad.

Más allá de los consejos para perder el miedo a conducir está la norma misma. Alguien que haya sufrido un accidente isquémico no puede obtener ni prorrogar su permiso de conducción hasta que no hayan pasado al menos seis meses sin síntomas neurológicos, según la Asociación Ayuda Afasia.

También está el alcance de las secuelas. A mayor gravedad, la persona necesitará un informe del neurólogo favorable, limitado a un período de vigencia de un año como máximo. Eso sí, tendrá acceso a la tarjeta especial para PMR (Personas con Movilidad Reducida), que permite estacionar en zonas para personas discapacitadas.

 

Consejos para personas que han sufrido ictus

Para volver a conducir, es aconsejable hablar con sinceridad con tu médico.

El ictus es la primera causa de muerte entre las mujeres, según la SEN, y es muy común en los países desarrollados a causa del envejecimiento poblacional, así como por los hábitos alimenticios y el sedentarismo. Las enfermedades cardíacas y vasculares, la presión arterial alta… son factores de riesgo. Es más, una de cada seis personas padecerá un accidente de este tipo en algún momento de su vida.

Pero, ¿qué hacemos una vez hemos sufrido un ACV, embolia o trombosis, y después del período de rehabilitación que sigue? Estos son los pasos que debemos seguir:

  • Decir en qué punto nos encontramos, con total sinceridad, a nuestra doctora o médico. Se trata de conducir de nuevo, pero de la manera más segura posible.
  • Prestar atención especial a los efectos secundarios del tratamiento establecido por el facultativo.
  • Ante cualquier señal de alarma (somnolencia, dificultad de movimientos, alteraciones en la visión), no ponerse al volante.
  • Evitar una conducción estresante y mantener la velocidad adecuada.
  • Evitar horas punta y tráfico intenso, clima adverso o rutas complicadas.
  • Mantener en buenas condiciones el habitáculo del vehículo y, en la medida de lo posible, intentar conducir en compañía de otra persona.
  • Solicitar información en las jefaturas provinciales de Tráfico, por ejemplo, con respecto a mecanismos que facilitan la conducción a las personas con discapacidad.

Los comentarios están cerrados.