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Conoce el efecto mirón (pero sobre todo, evítalo)

Somos curiosos por naturaleza, pero hay conductas que, fruto de este interés, degeneran en un morbo reprobable. Es lo que pasa con el efecto mirón en carretera, que pone en peligro nuestras vidas y las de otros.

Hace un año, DW News, canal público alemán, difundió las imágenes de Stefan Pfeiffer, oficial de policía que increpaba a varios transportistas que se había parado a mirar un accidente con víctimas mortales, haciendo fotos al mismo tiempo: “¿Qué, quieres ver gente muerta? Ven conmigo…”. No solo avergozó a los que hacían esto desde sus camiones, sino que contribuyó a concienciar acerca de un comportamiento que, por desgracia, forma parte de los movimientos repetitivos en los conductores al pasar por un accidente. Miradas que buscan saciar el morbo, que ocasionan retenciones y que, incluso, podrían terminar en otro siniestro.  

Si ya abordamos en este blog el efecto pantalla al conducir, el que explicaremos hoy está relacionado con una práctica propia de conductores y conductoras. Se trata del efecto mirón. Vicente Camacho Vela escribía en Diario SUR, en 2010, que de todas las caravanas (es decir, atascos) posibles, la que más le irritaba era “aquella provocada por el morbo”. Y no le faltaba razón.

En 2018, Victoria Fuentes publicó en Motorpasión la historia de unos bomberos -de nuevo en Alemania: en Osnabrück concretamente-, que hicieron un corto en colaboración con una organización local; el objetivo era concienciar a los conductores acerca de la irresponsabilidad que supone convertirse en mirones, más aún con el peligroso cóctel que conforman fotografías, vídeos y redes sociales. Es mejor no hacer espoiler y verlo hasta el final… os impactará.

Conducta irresponsable

Como explica el Comisariado Europeo del Automóvil (CEA), el efecto mirón es uno de “más comunes en carretera, y supone interrumpir la circulación, poner en riesgo a los accidentados o a las personas que se encuentren ayudando, añadiendo además un riesgo adicional de provocar o sufrir un siniestro con el coche que se encuentra detrás”.

El CEA nos insta, si vemos un accidente atendido, a avanzar sin reducir la velocidad. Si los servicios de emergencia no están todavía allí, se recomienda seguir el protocolo de conducta PAS (proteger, avisar, socorrer):

  • Protegiendo el escenario y sus alrededores, e incluso a nosotros mismos.
  • Avisando al 112, servicio de emergencias.
  • Socorriendo, por supuesto, en la medida en que nuestros conocimientos nos lo permitan. Es mejor no actuar, si no se sabe cómo proceder.

 

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