¿Llevas demasiados días sin conducir… y no te apetece volver a la normalidad? Te ofrecemos aquí algunas recomendaciones para salir del paso y regresar al trabajo, conduciendo y con buen ánimo.
Ay, las posvacaciones… llegan cuando menos lo esperamos (¿pronto? ¡Seguramente!). El tiempo libre pasa rápido, como la vida a partir de los 35. Pero que no cunda el pánico ni la depresión. Si atendemos a los manuales de enfermedades, el síndrome posvacacional, como tal, no es un mal. Es simplemente un momento algo irritante, tristón, molesto, del año. Por fortuna, existen en el horizonte los puentes vacacionales, y las posibilidades de volver a descansar antes de la traca final navideña.
“Llevo meses sin conducir”. “Ahora, a coger el coche otra vez”. “Y encima tengo que dejarme el perro en casa, a ver qué me encuentro cuando vuelva”. “¡Odio tener que desplazarme al trabajo en coche, teletrabajo ya!”. Quizás te identifiques con estas frases, o quizá no. La cuestión es que, si debes subir al vehículo y no tienes lo que se dice ganas, igual deberás pelearte un poco también con el denominado estrés posvacacional. Que éste, por lo visto, sí que existe. El estrés.
¿Te está afectando conducir después de las vacaciones?
Cuando se ha estado viajando en coche -o en autocaravana, algo muy frecuente en estos tiempos-, hemos de darle descanso al cuerpo. Es decir: nada de aparcar el vehículo en casa y al día siguiente volver a nuestras tareas profesionales. Pero es que si se ha viajado en otros medios de transporte, es posible que volver a conducir nos estrese un poco, todavía más si ya de por sí la incorporación al trabajo nos angustia por algún motivo. O nos causa ansiedad, por ejemplo.
¿Qué podemos hacer al respecto? Os dejamos algunos consejos:
Eso de irse a trabajar con las maletas sin deshacer en casa no es una buena idea. Literalmente no ha dado tiempo a mentalizarse y descansar lo que es debido. Consumir los últimos días de vacaciones en casa es necesario.
- El punto 1 importa, sobre todo, teniendo en cuenta que es probable que los horarios de descanso estén alterados… y toca volver a madrugar y a evitar trasnochar. El cuerpo ha de acostumbrarse.
- Las vacaciones son igualmente un período muy bueno para meditar acerca del trabajo mismo; pensar en si estamos satisfechos o nos gustaría cambiar nuestra situación laboral.
- Hay que evitar, por descontado, la medicación. En caso de elevados índices de ansiedad, igual se deben tomar fármacos, de manera que habrá que buscar alternativas para desplazarse, a ser posible en transporte público.
- Haz acopio de buena música para llenarte de buena vibra y conducir con mayor relax y alegría. Vas a trabajar, no al patíbulo.
- Se deben organizar bien los horarios “a la vuelta”, de manera que se cuente con un tiempo de relajación durante la jornada. Empezar el día con meditación es muy recomendable.
- Llevar el vehículo debidamente climatizado, limpio, con el asiento en posición correcta -para evitar malas posturas-, es una buena costumbre y hará que el desplazamiento sea más placentero. Recuerda que todo suma.