Si quieres recrearte con el paisaje, dejar las prisas atrás y conectar mejor con tu destino vacacional, viajar en autocaravana puede ser una gran opción. Aunque requiera de una gran organización previa.
Viajar en autocaravana con niños, adultos -e incluso en solitario- no está al alcance de cualquiera, y no solamente por el coste y el mantenimiento, o alquiler, de este peculiar vehículo. Es necesario adoptar cierta actitud para disfrutar de un relax, a todas luces, diferente. El “caravaning” per se es una manera de desplazarse y de alojarse que precisa de cierta preparación, y paradójicamente, de una mentalidad más libre, aventurera. ¿Es compatible esto en una salida familiar? Claro que sí, siempre y cuando sigas estos consejos para viajar en autocaravana que te ofrecemos. Allá van:
- Europa. Hacia el norte, nuestro continente atesora una buena tradición campista. Si decides subir, deberás documentarte sobre la legislación del país elegido como destino, así como de aquellos que atravieses en autocaravana. Las llamadas “viñetas” son unas pegatinas que acreditan los pagos de peajes y deben ir en el parabrisas, si bien el sistema de adquisición (pago por días de estancia o semanas) difiere en cada sitio: Francia, Suiza, República Checa, Alemania, Hungría… Si no quieres salir de aquí, existen igualmente enclaves interesantísimos para viajar en tu autocaravana: el País Vasco francés (Iparralde) y Doñana son dos de ellos. ¡Incluso hacer el camino de Santiago!
- Sueño. Las camas están “escondidas” por doquier, de modo que será mejor que alquiles o compres una autocaravana donde los lechos fijos se correspondan con el número de personas que viajéis. En caso contrario, tendrás que desmontar mesas o sofás para “sacar” la cama cuando tu peque quiera dormir la siesta, por ejemplo. Y eso puede ser un incordio.
- Provisiones. Una de las grandes ventajas de viajar en autocaravana es el ahorro que supone, al poder hacer todas las comidas dentro, o combinar almuerzos caseros con salidas fuera, para conocer la gastronomía de la zona. Prever lo necesario antes de salir, tirar de alimentos en lata -no perecederos-, y hacerse con un buen juego de sillas y mesas para poder cenar, por ejemplo, a las puertas del vehículo... es un plan sencillo, económico y muy bonito para vivirlo en buena compañía.
- Agua y aseo diarios. Una familia de cuatro miembros puede hacer vida cotidiana en una autocaravana, sin necesidad de pernoctar en un camping, durante dos días. Esto incluye beber, fregar, ducharse (¡sin eternizarse en la ducha, se entiende!) e ir al baño. Las áreas de servicio pueden ser de ayuda para proveer de agua o verter aguas grises (las de lavabos y fregadero), pero es el camping el sitio adecuado para obtener agua potable y recargar baterías para móviles, tabletas, portátiles, etcétera. En ciertos pueblos existen también esas áreas destinadas a autocaravanas. No puedes deshacerte de las aguas negras -las del WC químico propio de las caravanas, muy recomendable si viajas con pequeños- en cualquier sitio: has de hacerlo en un lugar habilitado para ello y con un buen grifo a mano.
- Aparcamiento. Lo más recomendable, una vez instalados en el “campamento base”, es dejar la autocaravana quietecita allí. Es decir, si hay que salir a dar una vuelta, tirar de transporte público y hacer camino al andar; o incluir en el equipaje algunas bicicletas para hacer cicloturismo. No obstante, si estamos de paso, lo suyo es buscar aparcamientos algo más apartados, y suficientamente amplios. Aconsejamos conocer las ordenanzas y costumbres de las poblaciones a las que viajamos.
- Seguridad. Una autocaravana es una suerte de casa, al fin y al cabo. Mantener puertas y ventanas bien cerradas por lo general, instalar cierres auxiliares o alarmas… todo eso está muy bien, aunque lo mejor obviamente es tener sentido común y aparcar en un sitio recomendable, cuando no en un camping para gozar de mayor tranquilidad. Paranoias, las mínimas.
- Avería en autopista, o en carretera. Tanto da, puesto que el problema estará en el tipo de avería que sea. Si pinchas una rueda no habrá problema; otra cosa será que se trate de una incidencia grave. No hay autocaravanas de sustitución, de modo que lo suyo será -siempre-, que mantengas a punto el vehículo, en especial antes de emprender el viaje.