Si te apasiona la cultura del vino, una excursión hacia tierras tarraconenses te descubrirá sitios para visitar en coche de gran interés. Nos referimos, en concreto, al Priorat: sus 7.000 hectáreas de cepas justifican la visita.
Revisa tu vehículo para comprobar que todo esté correcto, prepara el petate, prepara tu paladar vinícola y pon rumbo a esta bella tierra (¡es una orden!). La estación otoñal sería perfecta para adentrarse en esta ruta, dado que la comarca del Priorat se caracteriza por un clima continental donde los extremos son moneda común, es decir: hay frío en invierno y calor en verano.
“Los vinos del Priorato, tintos oscuros de alto contenido alcohólico, aroma complejo y sabor aterciopelado, son muy conocidos en todo el país. En Tarragona se producen unos blancos ligeros apropiados para acompañar los platos de arroz y pescado que se cocinan en la zona”.
Suena bien, ¿verdad? Así definen los caldos del Priorato de Tarragona, o de los “pobles del Priorat” -en catalán- Joaquín Pérez Conesa e Isabel Goñi Cambrodón en un libro sobre gastronomía española.
“La Toscana catalana”
La tarraconense es una comarca montañosa, enclavada entre varias sierras: la de Montsant y el conjunto que forman la Mola de Colldejou, las sierras de Llavería y Santa Marina. De ahí viene la fama de sus viñedos, empinados, insertados en una orografía difícil. La conforman pueblos donde el fenómeno de la despoblación ha ido en aumento (para hacernos una idea, la capital, Falset, estaba habitada por 2.834 personas en 2009).
Aún así, al igual que tantas regiones de la España vaciada, alberga rincones fabulosos. Por algo la llamarán “La Toscana catalana”... a juzgar por las vistas de sus pueblos, un apelativo más que merecido.
Volviendo al vino, las Denominaciones de Origen son las de Priorat y Montsant, en lo que a vino se refiere… si bien cuentan con un aceite de oliva que goza de reconocimiento, el de la D.O. Siurana. Y es que la historia vitivinícola de estos lares es larga, provechosa, deliciosa.
Precisamente, vamos a arrancar esta ruta de pueblos del Priorat con encanto con esta localidad, Siurana:
- Siurana, donde además de beber vino en Celler Cingles Blaus -una de las bodegas propuestas por la Ruta del Vino del Priorat- podrás disfrutar edificios de la época románica de divina conservación como la iglesia de Santa María (siglos XII-XIII), así como de restos musulmanes (el castillo en colina o “hisn”, rehabilitado).
- Cornudella de Montsant, donde se encuentra una bodega cooperativa que fue construida por Pere Domènech i Roura y Cèsar Martinell, ambos arquitectos modernistas, no en vano experimentaron la influencia directa de Gaudí. Habituales de estas arquitecturas rurales, de gran encanto.
- Falset cuenta con vinos amparados por las citadas Denominaciones de Origen de Priorat y Montsant. Las cebollas y ajos a la brasa, así como los frutos secos típicos de la población (avellanas, almendras…) y el romesco de alubias y bacalao son algunas de las delicias que podrás degustar en la localidad capitalina.
- En El Masroig puede visitarse una de las bodegas más señeras de la comarca, el Celler Masroig, fundada en 1917 con el movimiento cooperativista de principios de siglo; la periodista Elena Pita describió uno de sus vinos como “puritito cariñena con cariño”, hermanando el vino tarraconense con el tinto de Cariñena zaragozano. Cuenta, oh sorpresa, con un espacio de arte contemporáneo, Priorat Centre d’Art; también con pequeñas bodegas familiares de cultivo ecológico, como la de los hermanos Coca i Fitó.

Iglesia de Santa María de Siurana. Imagen de Josep Renalias.

Bodega Cooperativa de Cornudella. Imagen de Jorapa.

Bodega Cooperativa de Falset. Imagen de falset.org

Celler Maroig (El Masroig). Imagen de cellermasroig.com