Volvemos a las andadas viajeras. Y lo hacemos para visitar Palma, pero con un interés especial por la historia de su judería, a todas luces apasionante. Una magnífica excusa para volver a la isla, o encontrarse con ella por primera vez.
Retomamos, después de un tiempo, nuestras Rutas ADA. En esta ocasión, para volver a la Red de Juderías que, a lo largo y ancho del país, nos descubre sitios para visitar en coche donde transcurrió la historia de Sefarad (en hebreo, סְפָרַד), la España judía. Pero hoy viajaremos fuera de la península, hasta Palma de Mallorca. Una isla con un pasado hebreo muy particular que se suma, así, al trazado que hemos ido contando aquí, con paradas en Calahorra, Cáceres y Lucena. De momento.
Como pasó en otros territorios de la península, después de la expulsión de los judíos (1492), la conversión sería obligatoria igualmente en Mallorca, durante el primer tercio del siglo XV; no sin un buen número de expolios, asaltos y asesinatos previos hasta entonces...
Aquellos mallorquines conversos -judíos cristianos- se llamaron chuetas (del catalán “jueu”, “juetó”, “xuetó”, “xueta”) y vivieron esencialmente en el Barrio del Segell, antigua judería de Palma. Enclave hebreo esencial.
A pesar de las persecuciones constantes y el cristianismo católico impuesto, esta comunidad logró milagrosamente sobrevivir, manteniendo en secreto buena parte de su cultura; las prácticas endogámicas, que pasaban por casarse entre ellos, permitieron que los 15 linajes familiares que componían este colectivo no desaparecieran.
Mapa de la comunidad chueta
¿Cuáles serían los lugares que cualquier interesado en el mundo judío debe visitar en Palma? El casco histórico mallorquín es legado de los hijos de Abraham, dado el trazado de las calles, de aire reposado y estrecho, laberíntico incluso (por ejemplo, la calle del Viento). Pero la judería no estuvo siempre en el mismo sitio...
- Estaba al call Menor -o pequeña judería-, detrás de la catedral, que Jaime I de Aragón cedió a la comunidad por su contribución a la conquista de la isla. Aquí se encuentra la calle Argentería, hogar de joyerías hebreas. La huella sefardí, aquí, tiene que ver con las actividades cotidianas, sobre todo artesanales. El Parlement de les Illes Balears se levantó sobre un antiguo convento que había cubierto antiguas casas judías de la Almudaina del Jueus, por ejemplo. Tras la conversión forzosa de 1435, los chuetas se instalaron aquí de nuevo.
- Sin embargo, a principios del siglo XIV la comunidad se había marchado al barrio noreste y amurallado de la ciudad medieval, llamado call Major. Algunos de los pasajes que debemos conocer son: Porta del Call Major, calle del Sol (conocida como calle de los Judíos, o carrer dels Jueus), Monti-Sion, Seminari Vell, o calle de la Criança, donde se cuenta que hacia 1339-1350 un posadero judío vendía vino kósher. La iglesia Monti-sion se alzaba, además, sobre una antigua sinagoga. Por allí se encuentra la estatua del cartógrafo Jehuda Cresques, ilustrador de cartas náuticas y autor del Atlas Catalán.