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Tómatelo con calma en los atascos

Conducir puede llegar a ser muy estresante, sobre todo si nos vemos en mitad de una retención, atrapados. Pero algo puede hacerse si ponemos empeño en que la situación no nos desborde, pese a lo cotidiano del asunto.

 

“La paciencia es un árbol de raíz amarga pero de frutos muy dulces”, reza un proverbio persa. Los atascos, embotellamientos, retenciones o caravanas ponen a prueba nuestra paciencia, especialmente en unos tiempos donde la prisa lo impregna todo. Sin embargo, la impaciencia es uno de los sentimientos que nos invaden estando atrapados, por así decir, en nuestro vehículo.
 

Tanto el estrés como la ansiedad son las consecuencias directas que acarrea el hecho de pasar horas encerrados en un atasco. Lo que empezaría siendo una contrariedad del día o suceso microestresor -al nivel de una complicación en el trabajo o una avería doméstica-, podría degenerar en problemas psicológicos de mayor envergadura.
 

El “síndrome de la ira al volante” es uno de estos problemas derivados de la falta de autocontrol. Por fortuna no es algo que afecte a cualquier individuo. Este comportamiento se da, en especial, en personas narcisistas o tendentes a la competitividad a cualquier precio. Son las mismas que pelean con otros conductores, con el consiguiente peligro de accidente.
 

Psicología aplicada a la conducción

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Tanto el estrés como la ansiedad son las consecuencias directas que acarrea el hecho de pasar horas encerrados en un atasco.

Lo cierto es que al subir a nuestro vehículo seguimos siendo los mismos. Es decir, la actividad de conducir dependerá mucho de cómo es nuestra personalidad. Las circunstancias particulares y la situación en que nos encontremos influirá, sin duda. Un atasco, sobre todo si vamos con el tiempo justo, estresa mucho.

Un atasco enerva, pero también aturde, cansa, aburre y puede hacer que el conductor o la conductora acepte mayor nivel de riesgo para llegar a su destino con mayor celeridad, lo que en sí puede ser muy peligroso.

¿Cómo podemos prepararnos psicológicamente para un atasco? Existen más consejos, actividades y ejercicios de los que imaginamos a priori:

  1. Una recomendación sería, siempre, salir con el tiempo holgado, no apretado; el retraso lo viviremos con menor ansiedad.
  2. Llevar un buen arsenal de podcasts y discos, o sencillamente poner la radio y escuchar lo que estén dando en ese momento en nuestra emisora favorita.
  3. Realizar ejercicios mentales como sumar las matrículas de los coches.
  4. Cantar en voz alta, o incluso hablar con nosotros mismos.
  5. Si somos practicantes de yoga habituales, podemos recurrir al pranayama (ejercicios respiratorios).
  6. En caso de ir en buena compañía, será una excelente oportunidad para mantener una buena conversación.
  7. No dejarnos arrastrar por las emociones, teniendo siempre presente que conducir es una actividad muy seria.

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