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El Pirineo aragonés, en coche

Los balcones naturales de esta cordillera que atraviesa España, Andorra y Francia tienen en Huesca unas panorámicas de excepción. Una ruta perfecta para realizar en invierno y primavera. Conozcámosla.

 

 

 

No sabrás lo que es un ibón hasta llegues a la zona pirenaica aragonesa, en la provincia de Huesca. Estos lagos montañosos de origen glaciar se esparcen por unas tierras cuyas pequeñas poblaciones siguen en pie, desafiando al tiempo y a la llamada de las grandes ciudades. De todas las rutas por España en coche posibles, es en esta región al norte del norte donde puede apreciarse la hermosura de unos paisajes que resisten y atraen a todas aquellas personas deseosas de conocerlos.

Pueblos de montaña que por su altura privilegiada (Cerler está a 1.531 metros, por ejemplo), por la espectacularidad del entorno que los abraza (Alquézar), o por su extraordinario patrimonio artístico y cultural (Ansó está en la lista de los lugares más bonitos del país), son de visita más que obligada. Hay donde elegir, entre decenas de pueblos de montaña. He aquí una pequeña selección:
 

  1. anso jacetaniaEmpezaremos por Ansó (comarca de la Jacetania), precisamente. Por formar parte de la Ruta de Los pueblos más bonitos de España, y por ser Bien de Interés Cultural, igualmente. Hogar de los osos autóctonos del Pirineo y de ibones como el de l’Acherito. Conserva uno de los trajes tradicionales más ricos y singulares, prendas que hunden sus raíces en la Edad Media y al que dedican un día de exaltación: el Día del Traje Ansotano.
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  3. Ordesa y Monte Perdido es un Parque Nacional situado en la comarca del Sobrabarbe que en 1997 fue declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad. Conocerlo supone adentrarse en el mayor macizo calcáreo del planeta, así como deleitarse con la vista de una de las cascadas más altas del continente: la de Cola de Caballo.
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  5. En el Valle de Broto se halla Oto, uno de los enclaves mejor conservados dentro de los pueblos del pirineo aragonés, con un caserío y una arquitectura que encierra un particular encanto. La ruta de los Hospitalarios, que va desde San Nicolás de Bujaruelo -atención a su puente románico y el marco que lo rodea, sobre todo en invierno- hasta este municipio, nos traslada directamente al siglo XII, época en la que los miembros de la Orden de los Hospitalarios de San Juan de Jerusalén se asentaron en la zona, asistiendo a los peregrinos que pasaban por allí.
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  7. Con apenas 786 habitantes (según el censo de 2018), Panticosa es perfecto para quienes adoran practicar el esquí al pino. Localizado en la comarca de Alto Gállego, al norte de la provincia de Huesca, posee además un famado balneario situado a ocho kilómetros de la población.
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  9. La ruta por los pirineos en coche, en la región aragonesa, no puede finalizar sin una referencia a Lanuza. Un ejemplo de supervivencia singular el de esta localidad, puesto que estuvo a punto de ser anegada por el embalse que lleva su nombre, en 1978. Su vecindario, mostrando un enorme coraje, rehabilitó el pueblo en los años noventa. En la actualidad ofrece una estampa de extraordinaria belleza.

 
 
 

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