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La Sierra de Tramontana, en coche

¿Qué tal una segunda incursión isleña? En esta ocasión, aterrizamos en Mallorca, la sexta isla más extensa del Mediterráneo (con sus 3.640 kilómetros cuadrados). Para conocer la ruta por la serranía donde sopla la tramontana.

 

 

 

Quienes no estén iniciados en esto de los vientos, deberán saber que la tramontana es un viento frío y turbulento propio del noreste y del norte que, en España, se pasea sobre todo por el archipiélago balear y el noreste catalán. La Sierra de Tramontana (o Serra de Tramuntana, en catalán) porta con orgullo su nombre, así como un importante reconocimiento: fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2011 como pasisaje cultural. Entre los personajes vinculados a este lugar están el místico Ramón Llull, la escritora George Sand, los músicos Frédéric Chopin y Kevin Ayers, y el poeta Robert Graves, que convirtió Deià en su hogar.

“Es la verde Helvecia, bajo el cielo de Calabria, en la solemnidad y el silencio de Oriente”, escribió Sand. Situada al noroeste de Mallorca, la sierra abarca una veintena de municipios, si bien nos detendremos en tres. Enclaves como Sóller y Deià son considerados, en las guías, refugios entrañables de la Tramontana, que nos disponemos a recorrer como una de las rutas en coche por Mallorca imprescindibles.

 

La patria de Robert Graves

La magia mallorquina reside aquí, en sitios que parecen perdidos y abarcan miradores, desfiladeros, cuevas, cañones, calas y playas. Las rutas en coche por España, cuando atravesamos la parte occidental de las Baleares, nos devuelven paisajes como los jardines de Bañalbufar, habitados y cultivados ya por los árabes del siglo X. Recorriendo la sierra de izquierda a derecha, podemos conocer maravillas como el Caló d’en Monjo, con sus acantilados medianos y sus aguas cristalinas.

  • Si partimos de Calvià, lo haremos desde una villa que cuenta con sus ruinas romanas y con playas como la de Palmira (muy limpia y recomendable para ir en familia) o El Mago (donde se practica el naturismo).

    Playa de El Mago

    Playa de Palmira

  • Hablar del pueblo de Deià supone recordar al autor de archiconocida novela “Yo, Claudio” (1934), Robert Graves, cuya casa, acondicionada por la fundación que lleva su nombre, puede visitarse. Encajado entre el mar y la montaña, su crepúsculo es de los que no se olvidan, en especial si se experimenta desde el mirador de Sa Foradada.

    Mirador de Na Foradada

    Pueblo de Deià

  • Sóller es la cuna de la arquitectura modernista de Mallorca (edificios como la antigua sede bancaria de la localidad o el museo dedicado a esta corriente artística lo prueban), de modo que bien merece una visita. Sus calles ostentan ese aire colonial de los indianos que marcharon a América para volver adinerados. Es un pasaje del archipiélago que rebosa encanto, como toda la Tramontana en sí misma.

    Sóller

    Casa Museo Prunera

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