ADA MÁS QUE ASISTENCIA

 
¿NECESITAS AYUDA?  
LLÁMANOS 915 193 300

Ruta en coche por la España mágica (II): los íberos

De todos los pueblos que han pasado por la península, quizás los íberos sean los más ignorados. Algo inaudito, si se tiene en cuenta que habitaron el sur y el Levante durante siete siglos… dejando incontables enclaves para visitar.

Eran tribus diferentes, si bien terminaron denominándose “íberos” a aquellos pueblos que habitaron el litoral mediterráneo de la península ibérica, desde el Languedoc -en el sur de Francia- hasta Andalucía, desde el siglo VI a. C. hasta el siglo I a. C. Uno de los descubrimientos que supusieron un antes y un después fue el de la Dama de Elche, en 1897.

La cosmología íbera asumía ya una divinidad femenina a la que se le encomendaban cuestiones tan vitales como la fertilidad, la protección de la salud, el cuidado maternal, la adivinación o la intermediación en la muerte.

Lugares místicos en España: enclaves íberos para comprender su cultura

La cultura íbera ha legado una riqueza arqueológica de enorme valor. Prueba de ello son los diferentes santuarios, fortificaciones, poblaciones y descubrimientos (esculturas, objetos…) hallados en las tierras donde se asentaron.La cultura íbera ha legado una riqueza arqueológica de enorme valor. Prueba de ello son los diferentes santuarios, fortificaciones, poblaciones y descubrimientos (esculturas, objetos…) hallados en las tierras donde se asentaron.

  • Cerro de los Santos (siglo IV a. C.-IV d. C.), en Montealegre del Castillo, Albacete -cerca de la carretera hacia Yecla- es un yacimiento del período Ibérico pleno y reciente, así como del período romano. Fue lugar de peregrinación para un campesinado enfermo que acudía a este santuario ibérico, rodeado por lagunas ricas en minerales. Si había recuperación, agradecían el milagro a una serie de estatuas votivas que allí había y que representaban, sobre todo, a sacerdotisas en pose oferente. Entre ellas, una bien popular: la Dama de Elche. Gran parte de las esculturas del lugar, señalado con un obelisco instalado en 1929, pasaron a formar parte del Museo Arqueológico Nacional.
  • Necrópolis de Los Villares (Hoya-Gonzalo, Albacete), descubierta en 1992 por un historiador local, Santiago Núñez Delicado. Allí se localizó la escultura ibérica de mayor tamaño, dado que alcanza los dos metros de altura, casi. Nuestros antepasados íberos, indígenas de la zona de Levante y sureste peninsular, se enterraron allí, al menos, desde el siglo VI a. C. Existe, en el vial de entrada, una reproducción de una de las esculturas de guerreros halladas allí. En el Museo de Albacete se encuentra el conjunto completo, además de los objetos y ajuares encontrados.
  • Oppidum íbero de Puente Tablas, o Cerro de la Plaza de Armas de Puente Tablas, es un yacimiento arqueológico de este período, y de gran valor además. Puente Tablas pertenece a Jaén (está situado a siete kilómetros de la ciudad, de hecho). Es visitable, posee categoría de Bien de Interés Cultural (BIC) y resulta especialmente interesante conocerlo durante el equinoccio, dada el aura espiritual que atribuyen al enclave quienes lo conocen. Escenificaciones teatrales como la del Teatro La Paca contribuyen a fomentar el gusto por este misticismo ibérico.
  • Yacimiento de Els Vilars d’Arbeca (Lleida), descubierto en 1975. Al realizar las excavaciones se llegaron a intuirse ritos hasta ahora inéditos en la cultura íbera, como el entierro de un feto de caballo bajo una casa. Dado el lugar que ocupaban los equinos en las creencias de estos pueblos, no es de extrañar: se trataba de un animal especial, que debía viajar con nuestros antepasados más allá de la muerte. Se cree que fue en el siglo VIII a. C. cuando se originó como poblado protegido por una muralla circular, bastante alta; el foso de 15 metros de ancho y cuatro de profundidad lo convertía en inexpugnable.

Los comentarios están cerrados.