ADA MÁS QUE ASISTENCIA

 
¿NECESITAS AYUDA?  
LLÁMANOS 915 193 300

El encanto de hacerse el Algarve en coche

Hemos visitado muchos sitios para disfrutar del coche, pero nos venía faltando un buen trayecto portugués. Atravesamos la frontera de nuestros vecinos ibéricos para adentrarnos en una región playera de particular encanto.

Hemos hecho camino al conducir, en el sentido machadiano -pero motorizado- del término, aquí, en el blog. Sin embargo, todavía no hemos cruzado una frontera muy querida que nos hermana como ibéricos a españoles y portugueses. Hoy la atravesaremos por el sur para alcanzar el Algarve, la región más meridional de Portugal. Un territorio turístico por excelencia (recibe casi 10 millones de turistas anualmente), limítrofe con Huelva al este. Tan cerca… en especial, para quienes residen en el sur de nuestro país.

El occidente de al-Ándalus, como lo llamaron los árabes (al-gharb), posee una línea costera de 205 kilómetros, aproximadamente. Esto se traduce en unos 150 kilómetros de playas bellísimas de diferente longitud: unas largas, otras pequeñitas, anchas o estrechas, accesibles o rocosas.

Un itinerario de este a oeste, desde la frontera onubense

cabo san vicenteViajar a Portugal en coche es, sin duda, cómodo. Placentero. Eso sí, hemos de acostumbrarnos a sus autopistas de peaje, y consultar en una buena guía de viaje -o en el Maps, mismamente- el trazado que vamos a realizar, para no perdernos mucho. Puede pasarnos con relativa facilidad. Hay quienes recomiendan, al menos, tres o cuatro paradas, haciendo noche en sitios diferentes, para disfrutar al máximo de cada momento del periplo.

  • Podemos empezar por la diminuta isla de Tavira, de apenas 11 kilómetros. La Ilha de Tavira (en portugués) forma parte, además, de una zona protegida: el Parque Natural Ría Formosa. Se llega hasta allí en un corto viaje en ferry (¡cinco minutos!), y es muy recomendable para comer buen pescado. El lugar, además, es precioso.
  • No puede faltarnos Faro, la capital. Cuenta con la Catedral de Faro o Iglesia de Santa María (s. XIII) y un patrimonio monumental, en general, bien interesante: el Palacio de Estoi, el Palacete Belmarço modernista o ese impresionante memento mori que es la Capilla de los Huesos, osario perteneciente a la Iglesia del Carmen que nos recibe con una inscripción clarísima al respecto de la cuestión existencial: “Pára aquí a considerar que a este estado hás-de chegar”. 
  • Praia da Rocha, próxima a Portimâo, es una playa de grandes dimensiones situada, además, en un enclave turístico que brinda muchas posibilidades a quienes prefieren, sobre todo, las experiencias (tours en barco, rutas de senderismo y movida nocturna). 
  • Una vez que alcancemos el Cabo de San Vicente, en el extremo oeste de la región, el viaje habrá terminado; si bien será, también, el principio de nuestra historia de amor con un país al que no podremos resistir volver. Es en esta zona, la de Sagres, donde podremos deleitarnos con el playeo menos masivo, más relajado e interesante.

Los comentarios están cerrados.