En 1999 fue declarada Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Su vida nocturna es conocida a nivel internacional. Sin embargo, el legado ibicenco, arqueológico y cultural, va mucho más allá de la cultura de club.
Ibiza, como melting-pot o crisol de culturas, ha funcionado durante décadas, atrayendo en especial a los amantes de la cultura de club por sus discotecas y fiestas. Pero la isla mallorquina es igualmente atrayente si lo que queremos vivir son atardeceres serenos y tranquilos, como los de la costa oeste en la bahía de San Antonio Abad. Hay muchas ibizas y sí: están en la propia isla.
Si no estáis en el equipo de Ibiza sin coche y os apetece haceros un road trip tranquilo por la isla, motorizados, haciendo paradas en Cala d’Hort o Cala Salada, visitando una interesantísima necrópolis antigua o conociendo los restos del Dalt Vila, seguid leyendo...
¿Qué ver en Ibiza?
Dalt Vila, el casco histórico de Ibiza
Antes de empezar destacaremos la cercanía de la isla hermana de Formentera, al sur, llana y suave, de litoral hermoso y natural. Visitarla desde tierra ibicenca es casi obligatorio. Merece muchísimo la pena, dada la proximidad física de ambas islas del archipiélago balear. Podemos reservarle un día, no sin antes realizar nuestra propia ruta por Ibiza:
- Las calas y playas ibicencas son un festín para la gente playera, por su belleza y finísima arena. Cala d’Hort -a 10 minutos en coche desde San José- es un excelente mirador del islote de Es Vedrà, así como un paisaje edénico. Por su parte, Cala Salada, a la que se accede desde San Antonio, está rodeada de colinas de bosque de pinos y es perfecta para los nadadores.
- Dalt Vila no es más que el casco histórico de Eivissa (Ibiza en catalán). Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, los 2.500 años de historia de la “ciudad alta”, amurallada, son un gran reclamo para la visita. Se trata, además, de una de las ciudades costeras de mayor prestigio mediterráneas. Que sigue descubriendo tesoros ocultos, como las reliquias fenicias que salieron a la luz en 2002.
- La blanquísima iglesia de Santa Eulària, situada en Es Puig de Missa, tiene su origen en el siglo XIV y cuenta con una fortificación -es templo fortaleza, de hecho, dada la tradición defensiva de la isla-. Desde su cruz encalada se divisa una estampa isleña espectacular. Otro bello y pulcro templo, localizado en las cercanías además, es el de Sant Carles de Peralta (1785), elegante ejemplo de arquitectura religiosa.
- La necrópolis del Puig des Molins es uno de los cementerios púnicos de mayor envergadura del mundo. Hogar de la diosa Tanit y ubicada a unos 500 metros del Puig de Vila, data del siglo VII a. C. y constituye un rastro de la importante civilización púnica y romana que se asentó en la ciudad. En la actualidad cuenta con un Museo Arqueológico.
Islote de Es Vedrà
