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Conduciendo en otoño: algunas recomendaciones esenciales

El entretiempo es lo que tiene. Resulta un tanto cambiante, y genera ciertas situaciones que van a afectar a nuestra conducción. Os brindamos unos consejos para conducir sin percances.

Conductor tardío, el escritor noruego Karl Ove Knausgård explica aquí qué es lo que le ha terminado gustando del hecho de conducir: “[...] cuando la lluvia bate contra el parabrisas formando dibujos irregulares que al instante son barridos del cristal, puedo sentir una intensa felicidad. Sobre todo, puede venírseme encima en el bosque junto al mar las tardes de otoño, en el largo y recto pasaje entre los árboles, pobres y sin hojas, cuando los coches vienen hacia nosotros en el crepúsculo con sus faros encendidos, sus ventanillas oscuras y sus carrocerías relucientes, bajo cuya superficie arde un fuego arcaico.

Coche y lluvia se asocian, sin duda, al otoño que ahora comienza. Concretamente en el hemisferio norte el equinoccio de septiembre tendrá lugar este viernes, 23 de septiembre, según los cálculos del Observatorio Astronómico Nacional. Aunque a nivel meteorológico arranque el 1 de septiembre.

Vuelven las lluvias y cierto capricho climático (ay, el entretiempo); los escolares regresan al cole, y los días oscurecen antes. Incluso las posibilidades de toparse con animales en la carretera aumentan, y si se trata de especies que se aparean en esta época más aún. He aquí algunas recomendaciones:

      • Puesto que lloverá con mayor probabilidad, hay que tener listas las escobillas del limpiaparabrisas. De hecho, debemos cambiarlas una vez al año, y esta estación es la ideal.
      • Aunque nos preocupe mucho cómo conducir con lluvia de forma segura, tengamos en cuenta la niebla, también. Las luces antiniebla deberán estar en buen estado, así como las luces de cruce y las largas, en general. Las podemos necesitar. La velocidad, aquí, ha de ser muy moderada, teniendo en cuenta la distancia de frenado.
      • La humedad es un factor que afecta al coger el coche, a los neumáticos en concreto. De ahí que tanto las ruedas como los frenos deban revisarse, en especial, en estos meses del año.
      • Si vivimos y conducimos cerca de un colegio o instituto, tendremos que estar más atentos al tránsito de los peques y chavales, concretamente a la entrada y salida de clase. Ellos y ellas son elementos vulnerables.
      • ¿Y las hojas, caídas, de los árboles? ¿Pueden afectar a la conducción? La respuesta es “sí”, de modo que, cuidado con ellas porque, en caso de estar mojadas, afectarán a la adherencia. La reducirán, de hecho.
      • El viento es otro factor ambiental que puede recrudecerse en esta estación, de ahí que haya que prestar atención a la conducción, sujetando bien el volante, manejando suavemente.
      • El otoño invita a confiarse, sí, en el sentido de que las condiciones climáticas son más suaves que las invernales. Pero por este mismo motivo no podemos dejar de pensar en que toda precaución es poca.

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