La respuesta es no. Al comer o beber al volante, no solo se entorpecen los movimientos… es que la atención decrece. Eso sí, la multa, en caso de que te pillen, es leve: 100 euros, sin retirada de puntos.
El Reglamento de Circulación, en su artículo 18.1, es el que establece la conducta que hay que mantener mientras conducimos, con respecto a la posición y la colocación de los pasajeros, mascotas, objetos. Lo que puede dar pie a sanciones por ir conduciendo mientras se come un plátano, por ejemplo (sí, ha pasado). ¿Quiere decir esto que, cuando nos dispongamos a realizar un viaje largo, sacrifiquemos el hecho de alimentarnos? Naturalmente, no.
Comer y beber son necesidades que debes satisfacer, solo que con cierta organización: con provisiones, realizando las pertinentes paradas, buscando sitios adecuados como áreas de descanso y similares; por cierto, a estas áreas le dedicamos un artículo en su momento aquí.
¿Son todos los alimentos y bebidas beneficiosos cuando toca conducir, solos o en compañía de otros? Este es un punto en el que huelga decir que si bebes alcohol estarás poniendo en peligro la integridad física de las personas, empezando por ti mismo. Por otro lado, las comidas -aperitivos o almuerzos ligeros- habrá que plantearlas con el coche parado. Y comiendo bien.
He aquí una lista de alimentos que sientan genial y harán que te encuentres mucho mejor durante un desplazamiento con muchos kilómetros de carretera:
- Snacks dulces y salados, refrescos con toneladas de azúcar, golosinas, repostería… somos conscientes de que al viajar parece que se instala una suerte de “todo vale” que es un ataque a nivel nutricional. Todos estos alimentos no son buenos compañeros para la digestión, lo que puede causar pesadez y somnolencia. Así que: prohibidos.
- Evitar el sueño y la fatiga sería un buen objetivo a la hora de planear qué comida vamos a llevarnos al coche, tanto si vamos como conductores como si somos copilotos (se sabe que estos papeles pueden y deben ser intercambiables, para no fatigar en exceso a una persona sola). La fruta fresca, en este sentido, sí que será siempre una excelente opción, así como los frutos secos (cacahuetes, pistachos, nueces…) o el chocolate negro sin azúcar. O los bocadillos con pan integral y un relleno ligero: pavo, atún, queso o ensalada.
- Si vas a parar un buen rato en un área tranquila, prepara antes en casa una ensalada sencilla: échale imaginación y creatividad. Con pasta, patata o arroz, y distintas hortalizas o verduras. Agua, té, café, refrescos con cafeína y sin azúcar serán las bebidas adecuadas si se pretende estar al volante con la atención necesaria.
- Puede ocurrir que quieras hacer la comida en un restaurante de carretera, o en un área de servicio con restauración que te han recomendado. En este caso, una vez consultada la carta, es conveniente elegir platos con legumbres, pescado y verduras, además de hidratos de carbono. Olvídate de las grasas saturadas y los azúcares. Hazlo por lo general, y si te quedan horas de carretera... mucho más.

Evitar el sueño y la fatiga sería un buen objetivo a la hora de planear qué comida vamos a llevarnos al coche