Presumen de patrimonio etnográfico, y no es el único atractivo que tienen. As Rías Baixas, dicho en gallego, cuentan con infinitas posibilidades de ocio para satisfacer la curiosidad de los viajeros que las visitan.
Lo califican de destino turístico “sostenible, seguro, hospitalario y multiexperiencial”. Una ruta por Rías Baixas abarca tanto… desde cultura a gastronomía, enoturismo o senderismo. Regresamos en coche hasta Galicia -donde ya bordeamos la Costa da Morte- para adentrarnos una posible ruta por este enclave costero, sembrado de acantilados, faros, playas, cascos urbanos de gran interés e islas, así como rías enormes que cuentan con sus respectivos puertos pesqueros y deportivos.
Ideal para amantes del turismo marinero, en especial para quienes desean conciliar el descanso con un viaje activo y repleto de enclaves hermosos, sorprendentes.
Las Islas Atlánticas: el Caribe gallego
El Parque nacional de las Islas Atlánticas es el único parque nacional de Galicia, un espacio protegido que abarca, entre otras, las Islas Cíes y la Isla de Ons. Dado que el turismo está muy restringido, ambas pueden visitarse si se solicita una autorización a la Xunta previamente.

Playa de Rodas (Islas Cíes).
Perteneciente a Vigo, en el archipiélago de Cíes podemos tumbarnos en la playa de Rodas, elegida por el periódico británico The Guardian como la mejor playa del mundo en 2007. Los locales, decía el artículo referido, consideran este lugar como su Caribe particular.
A Ons también se puede dar un salto en alguno de los viajes marítimos que se ofertan durante el verano desde los puertos de Martín, Cangas o Bueu, entre otros.
Pueblos con encanto, paisajes de hórreos
Entre los muchos pueblos con encanto donde perderse -empapados de buen Albariño, eso sí- está Cambados. Allí precisamente se celebra, anualmente, la Festa do Albariño. Desde ahí, y en apenas media hora, podemos plantarnos en Combarro, lugar de hórreos y casas pétreas.
Patrimonio arquitectónico

Castillo de Sotomayor (Pontevedra).
El patrimonio arquitectónico posee, en estos parajes, monumentos impresionantes: desde el Castillo de Soutomaior, en Vigo, al Mosteiro de Santa María de Oia (en gallego). El castillo, testigo de infinidad de batallas e intrigas aristocráticas, se encuentra en un momento muy bueno para visitarlo.
Cuenta, además, con un Jardín de Excelencia Internacional de camelias, compuesto por una colección floral tan bella como valiosa.
El Monasterio de Santa María de Oya (s. XII), único cenobio cisterciense del Atlántico, es Bien de Interés Cultural (BIC) desde 1931. Está en Pontevedra, posee un claustro formidable -en los últimos años ha sido reformado-, y en el se organizan exposiciones, eventos y visitas guiadas en gallego y castellano.
Este monasterio es todo menos quietud. El Pazo de Lourizán, sin menearnos de la provincia, es otro de esos edificios señoriales de aire romántico, elegante y majestuoso que merece la pena también visitar.
Gastronomía y enoturismo
Hay tanto que ver en Rías Baixas, que no podemos más que recomendarlas como una de las rutas en coche por España para gente exigente. Es de gran interés, igualmente, para enoturistas y amantes de la gastronomía.
Que en Galicia se come estupendamente no es ningún misterio. Pero es que en Rías Baixas, las propuestas de la mar abren el apetito: ostras de Arcade, centollas, almejas… que, regadas con un buen vino, sabrán a gloria. ¡Conócelas!.